Esta campaña partió como una protesta después de la brutal violación y posterior muerte de una joven de 16 años en Argentina. Sabemos que es algo que pasa demasiado seguido como para que pase desapercibido y a raíz de eso es que han partido distintas movilizaciones con el #NiUnaMenos.
Las redes sociales y los medios de comunicación nos exponen que debería ser #NadieMenos, no solo mujeres si no que también hombres y niños.
Antes de dar mi opinión al respecto voy a definir la palabra femicidio. Lo más probable es que pienses que significa el asesinato de una mujer, pero no es así. Se le llama femicidio al asesinato de una mujer por su cónyuge, si es un pariente se le llama parricidio y si no es ninguno, homicidio.
Ten en cuenta que el hacer comentarios en la calle hacia alguien, el decir cosas como “estás exagerando”, “¡ay! si igual le gusta”, “le pasa por vestirse así”, etc. También es un tipo de acoso y hasta se justifica lo injustificable. Hay que tener cuidado con lo que se dice, ya que uno nunca sabe las consecuencias de actos tan pequeños como estos.
En cuanto al #NadieMenos, es algo de todos los días, algo contra la violencia hacia todo el mundo, el llamado a vivir en una sociedad pacífica y sin temores. Aunque se supone que esto partió para decir que los hombres también son víctimas. No hay que banalizar las agresiones que ocurren en el día a día, sean a quien sean. Hay que ser conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor.
Lo importante no es realmente el # que usemos, si no qué hacemos en nuestro día a día para ser mejores personas y ayudarnos mutuamente. Si uno ve una persona en problemas, ayudarla. ¿De qué sirve escribir palabras sueltas si no llevan a ninguna acción concreta?
Eloïse Travers
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